Kojima es dioooos
O más bien no tiene abuela. Es de morro fino, como descubrireis si escuchais las cintas de la francesa, en el juego.
Año 1974. 4 años a posteriori de los eventos de Portable Ops (título que no tengo claro si analizaré). Snake (o como lo llama todo el mundo: Boss, o Big Boss), ha creado lo que hace llamar «Soldados sin fronteras», un organismo paramilitar que evoluciona rápidamente a lo que se conoce como Outer Heaven. Y curiosamente Kazuma Miller es el segundo al mando, de esta «organización benéfica» … pues Miller es uno de los que nos dan soporte en Metal Gear 2, a través del Codec, en el incidente Outer Heaven.
El caso es que Snake está en esos momentos atrincherado en Colombia, y recibe dos clientes, Paz, de 16 años (de la que no hacen más que hacer juegos de palabras en base su nombre), y Ramón Gálvez Mena, para que echen un grupo misterioso del país.
La historia del juego es sencilla, y ronda mucho entre los recuerdos de Snake de Boss, su muerte, y el concepto de la paz. Pero a su vez es profunda, pues Snake, ya conocido como el Big Boss, evoluciona de héroe a villano. El final del juego deja claro que Snake se está convirtiendo en lo que fue en sus inicios: el jefe final de los dos primeros Metal Gear.
El juego, que salió inicialmente para PSP, sigue el concepto de Portable Ops para el manejo de Snake en misiones cortas, de infiltración y ataque con objetivos varios. Los controles están algo simplificados y usaremos las técnicas CQC más que nunca, pues uno de los puntos principales en el juego será «reclutar» (más bien abducir) los mercenarios enemigos para nuestra organización. Manejo de la organización que aporta un claro añadido estratégico, en el juego.
El otro punto clave es el juego cooperativo. Hay misiones complicadas, claramente. Destruir un tanque o hacerte con el? las dos variantes son igualmente complejas. Te cuestan varios intentos, cuando vas solo. Pero no cuando vas acompañado. Que un amigo con mejor armamento, más experiencia, ¡o no! te ayude a poder avanzar en el juego, a conseguir resultados en misiones que se te dan mal, o sencillamente no quieres pasar el dolor de cabeza de hacerlas tu a solas. Y de misiones hay de muchos tipos: infiltración, ataque,, investigación, rescate, fotográficas (alguna a lo Project Zero), citas… hasta alguna a lo Monster Hunter.
La historia cuenta de 4 capítulos (con una gran cantidad de misiones principales y secundarias) y un capítulo extra, opcional, que te llevará al verdadero final del juego.
Y es muy buen final, porque poco a poco te vas dando cuenta que este guión de blancos y negros aflora en un elenco de grises, donde el héroe y el enemigo se vuelcan en un concepto más simple: unos entes en conflicto donde el bien y el mal luchan no contra si, sino en el interior de cada personaje.
En lo gráfico se notará que el juego es de PSP. Escenarios faltos de detalle, simplistas, con un uso de las texturas pobre en comparación a los de PS2, pero aun así suficientemente correcto y trabajado (y con algunas texturas claramente rediseñadas). A parte cuenta con una narración en formato cómic, como ya hacía Portable Ops. El sonido es estupendo, tanto en lo musical, como en los efectos, como en los cientos de conversaciones que oiremos, tanto obligatorias como opcionales.
Eso si, el juego tiene unos puntos machistas que afloran demasiado. De los personajes femeninos podemos ver maquetas tridimensionales… que no de los masculinos… y la posibilidad, de si se cumplen ciertas condiciones, ver estos modelos en ropa interior. Es una de esas cosas que uno entiende pero preferiría no entender, la verdad 🙂
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